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viernes, 22 de enero de 2016

TRAILRUNNING Y LA MUJER DEPORTISTA: LA RUBIA VUELVE A SER TODA UNA MUJER

TRASTORNOS POCO SALUDABLES EN LA VIDA DE UNA DEPORTISTA POPULAR

Muy buenas a todos, aquí estoy otra vez amenazando con contaros mis cosas más personales, pero es que ademas, en este caso, ¡es un notición porque....

¡¡SEÑORES LA RUBIA HA VUELTO A SER MUJER!!



Pues sí, y no es que haya salido del armario, ni que por un tiempo me haya salido un nuevo órgano (aunque... huevos, he de admitir, que sí los tengo para ciertas cosas).

Es simple y llanamente que después de tres añitos, la niña ha menstruado.

Y madre mía… menudo carajal de sentimientos tuve. Contenta y apesadumbrada a la vez.

Y muchos se preguntarán:

¿Y por qué viene esta y nos cuenta estas cosas?


Pues puede que tengáis mucha razón, pero desde que inicie este Blog me propuse contar todo aquello que como corredora popular pudiera ayudar a los demás y creo que existen muchas chicas que hayan o este pasando lo mismo que yo (y puede que a algún chico que otro le pueda interesar si esta preocupado porque su chica tenga este problemilla).

Sin ser para nada exahustiva, que para eso están los médicos, nutricionistas y demás profesionales, me voy a atrever (siempre en términos populares) a hablaros de lo que es este trastorno.

¿QUÉ ES LA AMENORREA?

Pues bien, por amenorrea, a modo popular, es una alteración en los ciclos menstruales de la mujer, llegando, en ciertos casos, a desaparecer.

En términos médicos: El patrón hormonal de la mujer es una compleja red de substancias que se regulan entre sí periódicamente para que se produzcan los ciclos normales (…), pero puedo resumirlo en unas pocas palabras: en el hipotálamo se produce la GnRH, que llega a la hipófisis, donde se estimula la producción de LH (hormona luteinizante) y FSH (hormona folículo estimulante). Éstas son las que llegan al ovario y regulan la producción de estrógenos y progesterona, que a su vez regulan el ciclo desde el principio” (Bibiana Carreira). Así me lo explicaron también a mi en el Ginecólogo (era como chino).

CAUSAS DE LA AMENORREA

Entre las distintas causas podemos encontrar, sin ser exahustivos, las siguientes:

Delgadez y un indice de grasa corporal bajo.

Obesidad.

Estrés psicologico y emocional.

Y la llama da denominada amenorrea de la mujer deportista (que engloba un indice de grasa corporal bajo con entrenamientos intensos y presiones que suelen desencadenar estrés psicológico y emocional).

Pues bien, estas causas (que son las más comunes y conocidas), provocan “la inhibición de la GnRH a nivel hipotalámico, lo que hace que se suprima el ciclo menstrual y se vuelva a unos patrones hormonales parecidos a los que tenemos antes de la pubertad” (Bibiana Carreira).

Vamos, que como que la GnRH no se entera de que le toca hacer su trabajo y te deja en eso que he estado siendo yo hasta hace un mesecito: una niña.

LA MUJER DEPORTISTA


Así, en el especifico caso de la mujer deportista, nos encontramos la denominada Triada de la Mujer deportista a la que le suelen asociar tres tipos de  alteraciones características.

·       Trastornos alimentarios
·       Irregularidades menstruales
·       Fracturas de estrés

CONSECUENCIAS DE LAS IRREGULARIDADES MENSTRUALES EN LA MUJER DEPORTISTA

De todo de lo que te libras cuando te quedas sin la regla (el temido síndrome premenstrual  incluso se ha observado que estas mujeres tienen menos riesgo de padecer ciertos tumores) que parece el paraíso de cualquier mujer, no obstante tiene unas consecuencias. Entre otras, la incertidumbre de no saber cuándo podremos volver a ser fértiles y la disminución de la densidad ósea con el consecuente aumento del riesgo de padecer osteoporosis.

EXPERIENCIA PERSONAL 


En mi caso, he padecido este problema desde hace un montón, creo recordar que desde los 22 o 23 años.

Tras una etapa en la que estuve saliendo con mi primer novio (creo recordar que estuve con él dos o tres años) me puse gorda como una chinche (cero ejercicio y mala alimentación). Cuando lo dejamos comencé a adelgazar y conseguí bajar peso y quitarme las lorzillas que a mi madre le daban ganas de llorar. Además empecé a retomar el deporte, era más una cuestión estética. Iba al gimnasio por fortalecer y mantener. En esos primeros momentos empezaron a aparecer las irregularidades, pero no les di mayor importancia y en el ginecólogo me recetaron la píldora para regular mis ciclos.

Posteriormente, cuando por obsesiva y cuadriculada se me piró la cabeza opositando (25 años... creo que ya lo conté en la entrada de mi presentación) y me tire dos años bloqueada y deprimida como una gilipollas, me quité de en medio todo lo que parecía una vida normal de una chica de mi edad: las oposiciones, el novio serio (el que después se convirtió en mi exmarido), las obligaciones y también el tratamiento hormonal para regular mi ciclo menstrual (píldora) que estaba llevando porque, fíjate, incentibaba mi estado de depresión y ansiedad.

En esos momentos, además fue cuando empecé a utilizar el deporte como medio de escape al estado de depresión,  pero para colmo me enrollo con un entrenador, encantador, cuerpazo, mega deportista, diez años mayor que yo y el más argentino de los argentinos (encantador de serpientes el Negrito). El deporte y el estado físico llenaban el vacía que me creaba la depresión (desde luego, mejor que el Prozac).

En el Gym, tres días de pesas con cardio y tres días solo de cardio, creo recordar que era mi rutina (2 horas diarias aproximadamente), y así, cada vez más yonki de las endorfinas. 

Ya no era solo cuestión de verme bien (que a mí me encantaba como estaba) era cuestión de que animicamente lo necesitaba.

Y sin menstruar

Ya no tomaba la píldora, estaba chalada, hacía cada vez más ejercicio y más intenso y cada vez tenía menos grasa corporal. Por eso, volvieron a aparecer los trastornos menstruales y hasta ahora he estado conviviendo con ellos. 

Las causas que me la provocaron, en mi opinión personal y siendo absolutamente sincera, creo que fueron, varias en función de las etapas que os he contado:

  1. La primera vez que empecé a padecer este trastorno, cuando me salieron esas lorzas terribles por estar zampando hamburguesas del burguer y pizzas todos los fines de semana (creo que no las he vuelto a tomar) probablemente fuera una perdida de peso demasiado rápida. Tampoco es que me volviera Gisele Bundchen, pero sí que perdí 7 u 8 kg en unos 3 meses y a lo mejor mi cuerpo tardó adaptarse a ese nuevo peso.
  2. En la segunda etapa, cuando me volví depresiva y lo mande todo al carajo, las causas, además de volver a adelgazar, fueron el estrés emocional y psicológico que me estaba metiendo y el haber dejado de tomar la píldora
  3. Y en estos últimos años, pues ha sido un nuevo cúmulo de todo. Cuando trabajaba en la ofi entrenaba entre 12 y 17 horas semanales, estudiaba, me encargaba de la casa, el blog y estaba desde las 5:45 hasta las 21:30 sin parar y además estaba delgadita y tenia una bacteria que me ocasionaba anemias recurrentes y encima no me trataba este problema hormonalmente, pues me ocasionó estar tres años (tal vez más, perdí la cuenta) seguidos sin tener una sola menstruación. Y probablemente esta vida sea la diaria de muchas mujeres, no me considero una super woman por esto. Simplemente creo que mi cuerpo no daba a basto y decidió inhibir la GnRH para ahorrar energía y darla para llegar a los otros quehaceres de mi vida diaria... vamos, que tengo "tara".
En todas estas etapas he tenido revisiones periódicas al ginecólogo y me he hecho un millón de pruebas y la conclusión a la que todos llegaban era que, a corto plazo , no era una situación preocupante y que para nada era irreversibe. Por ello, intentaba no darle mayor importancia  y me centraba más en los beneficios (por eso de pensar en positivo). 
Y así, hasta hace un mes, creo que en los últimos 7 años solamente he menstruado en tres o cuatro ocasiones. 
Y sí, lo primero que se viene a la cabeza es:
¡¡Menudo Chollo!!

He de reconocer que sí, que no tener la regla tiene aspectos super positivos:

  • Menos alteraciones en el humor.
  • No hay alteraciones en el cuerpo.
  • No hay tanta retención de líquidos.
  • No duele.
  • No pierdes fuerza.
  • No hay ansiedades.
  • No te fijas si en una carrera te puede tocar “estar mala”.
  • Y un largo etc.

Sin embargo, señoras y señoritas (y sus parejas):

HEMOS DE ADMITIR QUE NO ES NORMAL

Es más, en mi caso, es una de las cosas que más me ha preocupado últimamente en mi vida, no solo por el problema de la fertilidad (y no es que quiera ser madre mañana, pero no quiero quitarme oportunidades a mi misma llegado el momento de querer serlo) si no también, por un problema que a largo plazo me puede impedir hacer aquello que me da la vida:

El Deporte y correr por nuestras montañas en particular.

Porque sí, el riesgo de padecer Osteoporosis aumenta con la falta de menstruación y no sólo eso, sino que además se puede padecer de forma prematura (a pesar de que haya estudios que indiquen que el deporte de impacto minora este riesgo).

Yo no quiero que llegue el día en que me digan que no puedo corretear por el monte, montar en bicicleta y practicar otros deportes por el simple hecho de que, por dentro, sea tan frágil como un cristal.

Así que, probablemente, gracias a que nos hemos venido a vivir a Marbella, cerca del mar, a que tal vez haya conseguido relajarme un poco al establecerme mi propio horario (aunque siga prefiriendo amanecer a las 6:30 am para ponerme a currar y poder salir a entrenar antes de comer), a que el entrenamiento de la pretemporada es de menos horas semanales y a que he cogido unos cuantos kilos (de más), he podido volver a una situación de normalidad.

No obstante lo anterior y siguiendo con mi tónica habitual de no mentir: 

Lo admito  y no lo puedo evitar: yo me gusto más flaca. 

Esta es la imagen que tenia cuando me casé y la que quiero recobrar de forma saludable


El no ver marcados los abdominales, el ver que se me acumula grasa en partes de mi cuerpo donde hacia años que no la había, me tiene en un cabreada y además pesa... así que quiero bajar 3 o 4 kg de esa grasa extra.

Pero como soy consciente de los riesgos y además se lo importante que es llevar una nutrición adecuada, me he puesto en manos de profesionales para hacerlo. Es cierto que tengo muchos conocimientos de nutrición (siempre me ha gustado el tema y hasta hice un curso de un año por la Universidad de Navarra), pero es más cierto aún que, cuando se trata de llevar tu cuerpo a ciertos límites es mejor ponerte en manos de profesionales.

Pues en esas estoy ahora, en adelgazar sin cagarla. 

Peso 56 kg y quiero quedarme en 52. 

Se que mi peso es saludable y que no estoy “gorda”, pero también quiero quitarme esta mochila no sólo por cuestiones de estética, sino también de rendimiento.

Sobre esto último, el rendimiento, hay opiniones que entienden que nada que ver tiene el tener unos kilos de más con el rendimiento porque puede que esos mismos kilos se necesiten precisamente para rendir, pero yo tengo comprobado que con los 52 kilos que pesaba la pasada temporada me encontraba fenomenal.

En resumen, si tienes (o tu pareja) problemas menstruales parecidos a los que te he contado aquí, no dudes en ponerte en contacto con el ginecólogo, explicarle tu situación personal, que te hagan los estudios pertinentes e intenten determinar el diagnostico. Y sobre todo, siempre y cuando estes en alguno de los casos que te he descrito, no te agobies mucho (porque la mente es muy traicionera) porque esta irregularidades no suelen ser irreversibles y además normalmente el problema tiene una solución asequible (aunque psicológicamente pueda costar muchísimo):

  • Buena alimentación.
  • Bajar el nivel de estrés emocional y psicológico.
  • En el caso de la mujer deportista de alta competición bajar el ritmo del entrenamiento.



¿Conocéis algún caso como el que he padecido yo?
¿Acaso lo habéis padecido vosotras o vuestra pareja?

¡Contarme!

Encantada de hablar de este tema y seguir aprendiendo sobre el mismo!

Y, por supuesto, en caso de que haya metido la pata con algo de lo que aquí pongo y que reitero que no es más que mi visión personal del tema, encantada de escuchar y corregir, si fuera necesario!





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